Clinica Delta abre sus puertas un 10 de Mayo de 1965 como producto de la iniciativa y el esfuerzo de un grupo de jóvenes y jerarquizados profesionales que volcaron en la Institución sus ideales de calidad de atención y formación profesional, convirtiéndose en un característica distintiva de la misma. El impulso de sus fundadores nucleó rápidamente a lo mejor de la medicina local, y posicionó a Clínica Delta como la mejor institución sanatorial de Campana y su zona de influencia.
Transcurridas dos décadas de aquellos inicios, nuevos jóvenes profesionales profundamente consustanciados en los ideales de los socios fundadores que se fueron incorporando a la Institución, comienzan a hacerse cargo de los destinos de la misma, y continúan la tarea promoviendo un paulatino crecimiento en estructura y tecnología que mantiene el posicionamiento local y zonal de Clínica Delta.
Este crecimiento ha permitido contar en la actualidad con una capacidad de 50 plazas para internación general, y servicios cerrados de alta especialización como son las unidades de Terapia Intensiva de adultos y Neonatología. Además la incorporación de equipamiento tecnológico ofrece la posibilidad de brindar prácticamente todas las técnicas para diagnóstico y tratamiento con que cuenta la medicina actual.
Tan o más importante que los recursos descriptos, es haber conformado un plantel de profesionales médicos y paramédicos con sólida formación, que son la base necesaria para alcanzar adecuados niveles de calidad asistencial.
Hoy Clínica Delta cuenta con un importante staff médico que abarca la totalidad de las especialidades, artífices de una realidad prestacional que a título descriptivo significa un promedio mensual de 600 internaciones, 300 cirugías y 90 nacimientos. Sus guardias evacuan un promedio de 300 consultas diarias, y los Consultorios Externos y Servicios de Diagnóstico se atienden más de 700 pacientes por día.
Crecer para dar una mejor respuesta a una demanda asistencial que se incrementa en número y complejidad, es un compromiso permanente que se cumple en la medida de las posibilidades, con mayor o menor intensidad, pero que nunca se interrumpe.